Cuidemos Chile

Publicado En: diciembre 12, 2017Categorías: Columnas

Cuidemos Chile

Christian Arntz Mac-Evoy, presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO A.G.
  • “Nos preocupa el clima que se ha instalado en nuestro país, porque sabemos a dónde conduce si no se actúa a tiempo”.

     

Se acerca la segunda vuelta presidencial y la agricultura, uno de los motores productivos de la zona sur del país, no puede más que manifestar su preocupación por el poco cuidado de la sana convivencia cívica.

2017 fue un año en que la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno instó a dejar los eslóganes de lado para abordar los desafíos futuros y, al mismo tiempo, evitar las visiones sesgadas sobre determinados procesos históricos.

En el primero de los casos, destacan las falsas premisas sobre las cuales se fraguó el proyecto de Reforma al Código de Aguas al que finalmente, después de mucha discusión pública, el Gobierno determinó acertadamente quitarle la urgencia.

El segundo caso está representado por la millonaria campaña del Ejecutivo para construir una historia maniquea de la Reforma Agraria que no se hizo cargo de la perspectiva de las víctimas del proceso. La incitación a la violencia, la caída de la productividad y el hecho de que no cumpliera la promesa de entregar títulos de dominio a los trabajadores, fueron hechos que dejaron claro que la ideología se impuso a la mesura y cuando ello ocurre, la puerta para repetir errores trágicos del pasado queda abierta.

Nos preocupa el clima que se ha instalado, porque sabemos a dónde conduce si no se actúa a tiempo. Esta semana, uno de los candidatos sorprendió a todos citando al genocida del pueblo cubano Ernesto Guevara que con su “Hasta la Victoria Siempre”, inspiró en Chile las masivas tomas de campos que el Gobierno celebró alborozadamente durante todo este año. En el mismo acto, señaló que metería “la mano al bolsillo a los más ricos”, parafraseando al dictador Nicolás Maduro, cabeza de un régimen que hundió en la miseria a Venezuela.

El otro candidato erró también al tender un manto de duda sobre la transparencia del proceso electoral. Todo esto daña el prestigio de nuestra institucionalidad democrática y con ello, se corre el riesgo de validar la acción de aquellos que defienden la política por medios distintos, como la violencia que da la espalda a la legalidad.

Hubo rectificaciones de ambos, es cierto, pero en esta semana previa a la elección, es importante que el país entre en un clima distinto a este proceso, uno que parta por reconocer que el Chile que se ha construido en las últimas décadas es por lejos el que mejor ha ido resolviendo los desafíos de una nación que aspira a llegar al desarrollo. Sin duda queda mucho por hacer, y en esa tarea es esencial un clima de diálogo serio y respetuoso.

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