Hortalizas listas para subirse al carro del e-commerce

Publicado En: agosto 17, 2017Categorías: Sectoriales

Hortalizas listas para subirse al carro del e-commerce

Arnaldo Guerra / Campo, El Mercurio
  • El potencial es infinito destacan empresarios que asistieron a cumbre de comercio electrónico de ajos en China. En Chile falta legislación para trabajar electrónicamente en conjunto con Aduanas, SAG, la banca y las diferentes certificaciones.

«Tenemos que subirnos al carro del comercio electrónico, porque ya no hay alternativa; específicamente, tenemos que estrechar los lazos con China, porque desde su gobierno lo están impulsando y resolviendo los grandes problemas logísticos», enfatiza Cristián Muñoz Cariaga, exportador de frutas y hortalizas, presidente de Hortach, el Comité Sectorial Hortofrutícola de Fedefruta, tras participar en la cumbre de e-commerce para ajos en la zona de Jinxiang, conocida como la capital del ajo de China.

«Ya no hay límites, podemos estar conectados con portales en todo el mundo», agrega.

Se refiere a que, tal como percibió en China, el sistema tradicional de relaciones comerciales entre proveedores de un país y compradores de otro dejará de existir, porque, según dice, cada vez hay menos tiempo para las gestiones, y cada vez la relación con las empresas recibidoras e intermediarios se complejiza. Por el contrario, al traspasar esas etapas a online se abrevia parte del proceso, tanto para los productos frescos como para una gran variedad de productos elaborados, tal como lo pudo apreciar en terreno.

«Creemos que la forma de trabajar cambiará en varias áreas en el agro, con la apertura de nuevas posibilidades y canales de venta», señala Christian Doggenweiler, gerente general del Grupo Silvestres, otro de los empresarios chilenos que estuvo en la citada cumbre hortalicera asiática.

Así, las posibilidades de crecimiento del comercio electrónico de hortalizas, ni qué decir de frutas y otros productos elaborados como el vino, son vistas con gran expectación. En especial con China.

«Los mercados se están integrando digitalmente cada vez más y experiencias como Amazon y Alibaba/Aliexpress están transformando la forma en que se vende y simplificando los temas de cobranzas y verificación de entrega, problemas asociados a los sistemas de venta en línea. De hecho, Amazon ya anunció que entrará de lleno en la distribución de perecibles luego de experiencias exitosas en Estados Unidos», agrega Christian Doggenweiler.

Buena base entre Chile y China

Las relaciones comerciales entre Chile y China son cada vez más estrechas, con aumento en las inversiones chinas y un gran crecimiento del comercio. Además, la era de la digitalización de los procesos comerciales y la mejor accesibilidad a internet en ambos países es tierra fértil para que el comercio electrónico transfronterizo tome cada día mayor protagonismo.

Un informe de Yeatrade -plataforma chilena de e-commerce para el mercado chino- destaca que la penetración de internet asciende al 80% de la población chilena, según datos de la Cámara de Comercio de Santiago, CCS, lo que muestra un crecimiento exponencial de 38% en 2016 respecto del año anterior, ejemplificado en el crecimiento de 24% del total de las ventas (en pesos) realizadas en el CiberMonday 2017 también comparado con el mismo evento del año anterior.

Añade que eso ha permitido una mejora sustancial en las condiciones de compra y venta de productos y servicios entre empresas y hacia los consumidores, en áreas como seguridad en las transacciones bancarias y despachos, entre otros aspectos.

En Chile, el comercio tradicional creció 2% en 2016, mientras que el comercio electrónico aumentó 20%. China, en tanto, saltó del puesto 11 al 3 en las transacciones globales de e-commerce, aportando más de un tercio del monto global transado, que fue de US$ 900 mil millones, según CCS.

Para los que tienen buena poscosecha

Para Cristián Muñoz está claro que el motor de las ventas entre países y compañías extranjeras -cross border- en el futuro será el comercio electrónico.

Y para eso ha nacido una serie de plataformas de comercio electrónico, especializadas en diferentes tipos de productos.

«La razón del desarrollo y futuro de esta modalidad es la necesidad de maneras inteligentes de vincular a compradores y vendedores, sin perjuicio de los volúmenes involucrados. De esta manera, ya no solo las grandes compañías tendrán acceso a la comercialización masiva de frutas y hortalizas, sino también estas plataformas generarán sistemas inteligentes para coordinar oferentes de productos diversos y de diferentes tamaños, logrando economías de escala al participar de sistemas logísticos en conjunto. Finalmente, este sistema en ciernes pretende lograr mayor desarrollo y consumo de frutas y hortalizas», destaca.

Muñoz ve que varias especies chilenas podrían comenzar a debutar, partiendo por las que tienen mayor vida de poscosecha, tanto en frutas como en hortalizas. En su campo de acción, ve que los ajos, cebollas, melones, sandías, crucíferas, alcachofas, radicchios, achicorias y ciertos tipos de lechugas tendrían grandes posibilidades.

«Es un mundo por desarrollar en las hortalizas en nuestro país, cuestión que lleva décadas en mercados desarrollados. Chile tiene la gran ventaja de la contraestación para avanzar en estos cultivos», dice Muñoz.

Esto porque China está concretando inversiones, alianzas y tratados a gran velocidad con países de Latinoamérica, dado que tiene claridad respecto de los beneficios de sembrar en esta tierra para un comercio electrónico transfronterizo inmediato, plantea James Brierley, CEO y fundador de Yeatrade.

«Las principales potencialidades que valoran de nuestro subcontinente son que reúne una población que bordea los 800 millones de habitantes, tiene abundantes recursos naturales, habla solo dos idiomas principales, tiene numerosos TLC implementados exitosamente por años, una buena penetración de internet y no tiene zonas en guerra, entre otros aspectos», señala Brierley. Destaca, además, la alianza lograda por la plataforma Yeatrade con Winliner para sostener el intercambio comercial electrónico en óptimas condiciones por su base de datos y la posibilidad de traducir al idioma local de la contraparte en los cinco continentes, con lo que se elimina la principal barrera que detiene un porcentaje importante de las transacciones, el idioma.

Lo que falta por hacer

Muñoz cree que el reto es enorme, pues se deben salvar vacíos legales internacionales, resolver cuestiones impositivas, sanitarias, aseguramiento de calidad, seguridad alimentaria, trazabilidad y sistemas logísticos para los diversos tamaños de cada operador, entre otros obstáculos.

«El potencial es infinito», destaca Christian Doggenweiler, del Grupo Silvestres, empresa que exporta entre 2.000 y 3.000 toneladas anuales de ajos, frutos secos y principalmente pasas.

Doggenweiler cree que usando e-commerce más una legislación adecuada para trabajar electrónicamente en conjunto con Aduanas, SAG, la banca, con certificación de origen y otras, se agilizarían y proyectarían las ventas en general, ya que se daría más confianza a los exportadores y compradores mundialmente.

Como el e-commerce funciona como una plataforma agilizadora, si se suman las autoridades involucradas en el comercio exterior chileno se podría transformar en una gran herramienta para el futuro, según Doggenweiler. Para él, da lo mismo el producto si las normas están claras y las exigencias y requerimientos también. Sería cosa de involucrar a exportadores, importadores, bancos, documentación, certificaciones y funcionar a través de plataformas que ayuden a generar confianzas y minimizar burocracias. A eso podrían sumarse navieras, empresas de logística y de carga aérea, haciendo un centro de oferta y cotizaciones a nivel global.

«Aún no hay exportaciones usando e-commerce como tal. Hay venta vía internet, pero falta la integración de estamentos para que se pueda considerar como comercio electrónico como tal», dice.

La diferencia que hace es que la venta por internet, a su juicio, no es más que un aviso electrónico puesto en algún portal que alguien usa para contactar a la empresa, ya sea a través de ese portal o bien por correo electrónico. «Eso para mí no es e-commerce, porque para nosotros un portal de e-commerce no solo debe ser un punto de encuentro electrónico de demanda y oferta, sino que también un sistema que vele por la transparencia de la transacción y que permita hacer todo los trámites en un solo lugar. La gracia de Amazon y Alibaba, por ejemplo, es que ellos les quitaron el miedo a los consumidores, a los vendedores y a preguntas como: ¿Lo irán a despachar?, ¿Lo que se ve en la pantalla es lo que voy a recibir?, ¿me pagará según lo acordado?

Como el e-commerce es un tema nuevo, Doggenweiler concluye que el problema principal es la confianza en los sistemas.

«La experiencia de Alibaba/Aliexpress es que ya tiene algunos productos del agro en general, pero aún consideramos que actúan todavía como ventas online, pero portales como Yeatrade, eWorldtrade y otros ya están desarrollando negocios en el agro. Creemos que eso se vendrá con fuerza», destaca.

Así las cosas, Oriente es la que lleva la delantera con China y Japón como buenos ejemplos, con transacciones online de productos para varios mercados en frutas, pesca y granos. Por el lado de Occidente, Holanda aparece con sus remates de flores, con despacho a varios puntos en Europa. Ahora lo que se espera es que las hortalizas rápidamente empiecen a avanzar en esa línea.

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