Reforma Agraria y la apología a las violaciones a los DDHH

Publicado En: junio 11, 2017Categorías: Columnas

Reforma Agraria y la apología a las violaciones a los DDHH

Harold Brethauer Meier. Vicepresidente Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO AG.
  • Es preocupante que las instituciones del Estado insistan en reescribir la historia de este proceso que fue más que un desastre productivo».

Desde 2016, el Gobierno, a través de su Ministerio de Agricultura, inició el financiamiento de una campaña de apología a los 50 años de la Reforma Agraria, buscando reescribir la historia de la ley 16.640, que permitió darle un ritmo vertiginoso al proceso expropiatorio de un total de 10 millones de hectáreas, en el marco de un espiral de violencia y constantes atropellos que condujeron al derrumbe institucional de nuestro país.

Ya el año pasado, Sago AG hizo ver al Ministerio de Agricultura lo inapropiado de utilizar sus plataformas web para resaltar un proceso que sobre todo desde 1967 en adelante, generó heridas profundas en Chile. Pero el proceso sigue su curso inalterable. Es así como el miércoles pasado, este mismo enfoque expresado por la cartera del agro se desplegó también en una actividad mal organizada por la Universidad de Los Lagos, en el marco de un seminario que lejos de confrontar ideas distintas, se pareció más a un mitin de propaganda política que la aleja de su rol público, algo que, según se nos ha informado extraoficialmente, reparará en parte por medio de la realización de nuevas jornadas de reflexión sobre la materia.

Consideramos muy preocupante que las instituciones del Estado insistan en reescribir la historia de este proceso que no sólo fue un desastre productivo y económico, sino que también constituyó un atropello flagrante a los derechos humanos de miles de chilenos.

La Declaración Universal de Derechos Humanos señala en su artículo 17 que toda persona tendrá derecho a la propiedad individual y que nadie podrá ser privado arbitrariamente de ésta, algo que de nada sirvió a los afectados que quedaron en la más absoluta indefensión y tuvieron que resignarse a recibir pagarés no reajustables a quince años, que se hicieron humo en la inflación de tres dígitos de la época. Muchísimos fueron expulsados violentamente por grupos armados ilegales y obligados a salir solo con lo puesto. Muchos otros se vieron obligados a vender a precios irrisorios producto del chantaje y las constantes amenazas, tal como hoy está ocurriendo nuevamente en La Araucanía y donde un importante sector del país sostiene la misma actitud permisiva que ya vivimos antes.

http://www.australosorno.cl/impresa/2017/06/11/full/cuerpo-principal/8/texto/

 

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