Crianza de ovinos se alza como interesante alternativa ganadera

Publicado En: febrero 13, 2017Categorías: Gremiales

Crianza de ovinos se alza como interesante alternativa ganadera

Rodrigo Alarcón. El Austral de Osorno
  • Productores de la Región que se dedican a la engorda de corderos destacan la excelente alternativa que se abre a la ganadería de la zona con un rubro que está muy atomizado, pero con muy bajos costos de producción. Estiman que el mercado -en un 95% en la informalidad- mueve cerca de $9 mil millones al año.

Como una interesante alternativa para reconvertir la matriz ganadera de la Región ven los productores de ovinos de la zona este rubro que, pese ser de los más tradicionales, está industrialmente muy poco explotado.

Y es que ante los bajos precios de la leche y un precio de la carne de vacuno que, si bien hoy está en buen pie, viene saliendo de un período complejo, hoy la crianza de corderos a gran escala en la provincia de Osorno puede transformarse en el futuro en una gran opción de negocios para los empresarios ganaderos, pero para eso falta tiempo y, quizás más, confianza en el rubro.

Así al menos lo plantea el empresario ovejero y director de la Sociedad Agrícola de Osorno (Sago), Sergio Willer, que sostiene que «hoy este mercado está con mucho potencial pero poco aprovechado. Es un negocio poco explotado

Esa es la realidad. En los últimos años han entrado muchos a mejorar la pequeña ganadería a través de programas de Indap, por ejemplo. Eso ha andado bien entre pequeños ganaderos, recalca.

Precisamente hoy son los pequeños campesinos los que se benefician de la crianza de ganado ovino a pequeña escala y mediante el mercado informal. De esa forma las estadísticas son bastante poco realistas porque es un mercado que no parece ser pesquisado por los órganos oficiales a pesar de que el consumo de cordero, sobre todo en las fiestas de fin de año es una de las tradiciones culinarias más arraigadas en la cultural local.

«El cordero efectivamente es estacional. Comúnmente se consume entre septiembre y diciembre. El mercado está en condiciones de mantener la oferta, pero no existe la costumbre de comerlo todo el año. Están las industrias, está toda la tecnología instalada», recalca Sergio Willer.

Mercado informal

El punto radica en que la oferta de cordero hoy está dominada por el mercado no formalizado y son pequeños campesinos que generalmente tienen muy pocos animales los que surten de dicha carne el mercado por medio de la venta directa al consumidor y, de hecho, aún no es usual comprar carne de cordero en comercios establecidos como carnicerías o supermercados.

Uno de los productores que más conoce del rubro es el empresario santiaguino Armin Claro. El ingeniero comercial está a cargo de la empresa que ideó su padre hace varios años atrás y que más allá de dedicarse a la crianza, partió desde la base mediante el trabajo genético que terminó con la creación de una raza de corderos, la Golden Sheep. Se trata de una raza creada específicamente para generar mucha carne en poco tiempo y con muy poca grasa y el típico olor a sebo que caracteriza al cordero de la zona.

«Lo que influye básicamente en que un cordero sea o no más grasoso es la genética. Por ejemplo razas tradicionales como el Suffolk, que son de cabeza negra; otras locales como el Romney, son razas que se engrasan a muy temprana edad y su composición de las grasas hacen que después de una cierta edad o peso tengan ese típico olor a sebo, el olor a cordero que la gente típicamente asocia. En esas razas lo ideal es faenar corderos de no más de 30 kilos vivo. Sobre eso ya comienzan a tener mucha grasa. En el caso de nuestra raza eso no sucede, porque su composición hace que faenemos corderos de 45 ó 50 kilos y no tienes ese olor o sabor a sebo. Nosotros tenemos pariciones en septiembre y para diciembre ya tengo corderos de 35 kilos», comenta Claro sobre sus corderos Golden Sheep.

El empresario que maneja un campo de 100 hectáreas dedicado exclusivamente a la cría de ovinos en las cercanías de Puerto Klocker comparte la opinión de que el gran problema del cordero hoy es la informalidad y no se demora mucho en comentar las cifras que mueven el mercado del cordero hoy en la Región.

«Entre machos y hembras al año se deben producir unas 370 mil crías formales e informales. La mitad de esos son machos, que se venden todos De esos, unos 175 mil -el 95%- es mercado informal. Al precio que se paga hoy por esos corderos se ve que mueven cerca de $8.700 millones al año. Y sólo los machos, para consumo informal. Si se le suma el mercado formal debe mover por sobre los $9 mil millones. Fácilmente podríamos decir que entre machos y hembras pueden mover cerca de $15 mil millones al año», asegura Claro.

Oportunidad

«El punto es que la composición de los rebaños está muy atomizada. El tema es que el rebaño promedio es de 10 animales. O sea, son mayoritariamente productores de subsistencia. Tienen ovejas, tienen chanchos, tienen gallinas, huertos, etcétera. Aunque hayan muchas cabezas de ovinos en la Región, el mercado formal es muy bajo, porque el pequeño productor se consume su animal o lo vende en el mercado informal desde diciembre hasta marzo y a $50 mil o 60 mil pesos», detalla

Agrega que si alguien quiere comprar cordero en el mercado formal en supermercados o carnicerías, casi no encuentra, dice Claro.

De hecho, los expertos estiman que hoy el 95% del mercado de producción y venta de corderos es informal. Apenas el 5% se procesa en mataderos y se vende en el comercio.

Por eso Claro agrega que «eso pasa porque el mercado formal, que en este caso sería el matadero, paga precios de nivel internacional, lo que significa que a ese productor que gana $50 mil en venta directa, si lo lleva al matadero le van a pagar con suerte $30 mil. Entonces uno ve las estadísticas y pareciera que en Chile no se consume cordero».

Dicha percepción es compartida por Sergio Willer. El director de Sago también se dedica a la crianza de ovinos y, además, mantiene una empresa comercializadora de lanas, el principal subproducto que dejan las ovejas.

«El mercado va para atrás. Ha disminuido en los últimos años, siendo esta zona desde Palena hasta Valdivia la segunda en importancia con lanares en Chile. Tiene más ovinos que Aysén, por ejemplo. Pero el rebaño acá en está muy atomizado, muchos animales están en manos de muchas personas», plantea.

Willer, además, reconoce en la variedad otras de las debilidades que debiera enfrentar la industria si quiere pararse como una alternativa sólida para la ganadería local.

Cordero costeño

«Hay demasiadas razas. Hay demasiado de todo. Eso hace que tengas corderos chicos, corderos medianos, corderos gordos y corderos flacos. Entonces la oferta que podría llegar a ser exportadora no es uniforme», sostiene.

A ese respecto recientemente una de las noticias más interesantes de la zona fue la inscripción oficial del llamado cordero «kunko» como una nueva raza y oriunda de la provincia, más conocido como «cordero costeño».

Según Armin Claro, se trata de una interesante experiencia que puede incentivar a nuevos productores a profesionalizar el rubro. «El kunko en realidad es una raza que siempre estuvo en la zona. Fue una cruza natural de las especies que llegaron y se fue reproduciendo con características específicas en un territorio determinado como los cerros costeros, pero que ahora se inscribió».

Desde el lado de la industria uno de los nombres obligados para hablar del cordero es Ljubo Goic. El agrónomo fue uno de los fundadores del centro experimental Inia Remehue y actualmente es director de Mafrisur, el único matadero autorizado para faenar carne de cordero en Osorno.

«Las expectativas del negocio ovino son bastante buenas, falta profesionalizar y falta masa. Si hubiera masa se podría exportar. Pero a futuro los ovinos tienen buena expectativa porque la carne es muy valorada», sostiene.

Goic agrega que la zona tiene condiciones ideales para la cría de corderos destinados al consumo de carne porque «el ovino en general es de lugares fríos y, lugares fríos en el mundo son bastante pocos, así que la oveja necesita esos climas. Generalmente en otros países más desarrollados el cordero es una carne privilegiada».

El experto agrega que lo bueno de la ovejería es que necesita muy poca mano de obra. Cada 1.200 ovejas se requiere una persona más o menos.

«A mí me interesa que la gente se interese en este negocio porque es una buena alternativa. Sobre todo para los medianos y pequeños productores. Es un negocio muy interesante. Los mercados están ávidos de consumir carne de cordero. Pero hay que hacer masa crítica para que convenga a todos», asegura Sergio Willer.

Armin Claro, por su parte, agrega que «para que un productor pequeño pueda crecer tiene que invertir, primero, en su tierra, en fertilidad y en pasto.

«Si uno toma hoy las praderas naturales puede tener entre tres y cuatro ovejas por hectárea, no más que eso. Pero si se invierte en fertilidad y siembra ballica con trébol, podría llegar a tener unas diez. O sea, en 40 hectáreas podría tener 400. Con eso un productor ya vive. Y con 400 ovejas puede producir, entre machos y hembras, unos 400 corderos. Esto es igual que una lechería, pero con dos meses muy intensos que son los de parición: agosto y septiembre. El resto del año es mantención. Pero con el nivel que está la lechería hoy día, esto es una muy buena alternativa», afirma.

GENÉTICA

Golden Sheep es el nombre de la raza que creó Armin Claro y su padre, Daniel. Son corderos con mucha carne y poca grasa.

Kunko Es el nombre dado a la raza inscrita desde San Juan de la Costa, conocida como «cordero costeño».

«Las expectativas del mercado son bastante buenas. Falta profesionalizar y falta masa. Si hubiera, se podría exportar».

Ljubo Goic, Director de Mafrisur»

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