Sostenibilidad
Tal como señala la FAO en la presentación el Futuro de Nuestra Tierra, la tierra es un recurso natural esencial tanto para la sobrevivencia y la prosperidad de la humanidad como para el mantenimiento de todo el ecosistema terrestre y sus límites, a diferencia de las necesidades.
Es así como la creciente demanda de alimentos, nos obliga a considerar la tierra como algo más complejo que suelo y superficie topográfica ya que abarca muchos otros elementos como los depósitos superficiales, los recursos de agua y clima, entre otros.
Desde esta óptica, SAGO considera que la progresiva pérdida de un bien escaso y complejo como es el suelo con aptitud agrícola, es un tema relevante sobre el que hay que actuar. El continuo parcelamiento de predios, como asimismo la paulatina ocupación de terrenos de alta productividad agropecuaria que en décadas pasadas efectuó el sector forestal, ponen en jaque el anhelo de transformar a Chile en una potencia agroalimentaria.
Este tema nos introduce, necesariamente, en el valor de la agricultura más allá de su faceta económica. El producir alimentos de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible, en medio de un mundo que vive los efectos de la incertidumbre del cambio climático; con esperanza de vida de la población al alza, la transforman en una actividad cada vez más estratégica y la primera forma de asegurar condiciones mínimas para su correcto desenvolvimiento, tiene que ver con el resguardo del correcto funcionamiento del mercado.
El compromiso de SAGO con la actividad agropecuaria va más allá de lo meramente productivo, porque la entiende como una forma de vida que es necesaria para preservar para Chile sus tradiciones y cultura más profunda.
Junto con lo anterior, el desafío de alimentar a una población creciente, debe hacer que tanto los productores como el sector industrial y el Estado, asuman que las potencialidades del país se encuentran en la especialización en nichos específicos de alto valor agregado.
SAGO se encuentra empeñada en promover las fortalezas productivas del sur del país en torno a sus privilegiadas condiciones, en los diversos rubros, asumiendo con mayor propiedad, por ejemplo, la enorme fortaleza que implica formar parte del exclusivo grupo de países que producen leche en base a pastoreo, la que constituye apenas el 7% de la oferta mundial. Esta misma oportunidad de diferenciación está presente también en el sector carne.
Al mismo tiempo, el potencial de frutos endémicos como la murta, el maqui y otros ya consolidados, como las frambuesas, los arándanos y las frutillas comparten también el hecho de ser producidos en un entorno privilegiado que se debe preservar para poder acceder a los mercados de alto valor, principalmente orgánicos.
En este ámbito, SAGO considera imprescindible avanzar hacia la generación de un catastro de las distintas especies frutales y vegetales presentes en el país, para asegurar su protección hacia el futuro.