«La industria ha mirado utilidades de corto plazo y los productores ya no creen»

Rodrigo Alarcón. El Austral de Osorno

• Vicepresidente del gremio, Harold Brethauer, es categórico al referirse al papel del gremio en la creación de Campos Australes, empresa de la cual es presidente y que busca la integración vertical de los productores, orientada al procesamiento: «La Sago ha tenido un rol preponderante en facilitar la creación de esta nueva empresa. Ha actuado como aglutinador, como facilitador. Ha unificado voluntades. El rol de la Sago es muy importante y sin ella creo que esto no existiría».

Economista y vicepresidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago), Harold Bretahuer tiene una visión técnica del mercado lechero actual, sus debilidades, fortalezas y oportunidades.

Hoy está embarcado en un nuevo proyecto: Campos Australes (de la cual es presidente), la empresa de productores de leche que pretende erigirse como una nueva planta procesadora para entrar de lleno a competir con la industria y nada menos que con el 10% de la producción nacional.

-Como economista ¿qué balance hace del año 2016 para el sector agrícola en el país?

-El 2016 fue muy bueno para el sector frutícola. En general diría que fue un buen año para el sector agrícola. Las exportaciones aumentaron más de un 5 por ciento. Pero eso básicamente incidió en la zona central y centro-norte, que es la que produce fruta. Para la zona sur y Osorno en el sector pecuario fue un año muy, muy malo para la leche. Para la carne estuvo un poco mejor, por los precios. Pero fue muy complicado en el rubro lechero.

-¿El dólar alto es el principal factor del bueno año para la fruta?

-Sí. En el tema frutícola es puro dólar. En el caso de la carne es más un efecto de oferta. Lo que está incidiendo en que esté bueno el precio es la escasez de ganado, porque no hay. Ahí tenemos un serio problema. Cuesta sacar cuentas alegres en el tema carne, porque hubo un año más o menos bueno en cuanto a precios el 2016, pero eso es porque hemos perdido un tercio de nuestra masa bovina.

-¿Cree que fue la misma industria la que dejó la brecha abierta para que ingrese carne extranjera a competir con la nacional?

-Es inevitable. Cada kilo de carne que dejemos de producir en Chile va a ser compensada con un kilo de carne importada. Chile tiene una política comercial abierta, prácticamente no tenemos aranceles para la carne importada. Por lo tanto- eso va a ser así. Es inevitable.

-Porque el gran problema es lo difícil de competir en precio con la carne importada…

-Lo que nosotros sabemos es que el supermercado hoy día está pagando un 20 por ciento más por la carne nacional que por la carne importada. O sea, el consumidor o una parte de él, entiende que la carne nacional cumple un estándar de calidad que la carne importada no tiene y por lo tanto está dispuesto a pagar ese 20 por ciento más. Ahora, hay que ver qué porcentaje del consumidor tiene ese poder adquisitivo para pagar un 20 por ciento más. Claro, es que durante mucho tiempo ese 20 por ciento más que pagan los supermercados no le llegó al productor.

-¿Cuál es el principal factor que incide en la menor masa ganadera que existe actualmente?

-Es eso. Que se perdió la rentabilidad del negocio ganadero y los crianceros empezaron a buscar otras alternativas distintas. Empezaron a reconvertirse, muchos ganaderos le vendieron sus campos a las forestales o forestaron sus predios con eucaliptos. La rentabilidad que ofrecía el sector ganadero era muy baja y por lo tanto la gente empezó a buscar alternativas.

Un negocio distinto

-¿Cómo evalúa los cambios que se vienen sucediendo en el rubro lechero?

-El negocio lechero tiene un montón de particularidades que lo hace distinto a muchos otros negocios agrícolas. Para empezar tienes que invertir en el sector primario muy a largo plazo. La inversión en lechería, en genética, en infraestructura son palabras mayores y recuperables a mucho tiempo. Por lo tanto, necesitas tener una visión de largo plazo en el negocio. Eso es lo que yo creo que hoy la industria no le ha ofrecido al sector primario.

-¿Por qué?

-Porque la industria ha estado mirando las utilidades de corto plazo, ha estado tratando de cerrar bien el año y eso ha producido que ya muchos productores lecheros no le crean al negocio para hacer una inversión a 10 o 20 años, que es lo que se ve en el sector. Yo, personalmente, no conozco a nadie que en el último año haya construido una lechería nueva o que haya hecho una inversión mayor en infraestructura. Yo, por lo menos, no lo conozco. En ese sentido, creo que la única forma de hacerlo viable es con una integración vertical que te permita mirar el negocio de 20 años en adelante.

-Que es lo que esta nueva empresa Campos Australes, en la que usted participa, quiere lograr…

-Sí, esto es distinto porque estamos buscando el proceso de la leche. Buscamos nuevos mercados para nuestra leche. Queremos desarrollar mercados que hoy día no existen. Ese es el objetivo. Queremos meternos muy fuerte tanto en el proceso como en la comercialización y la exportación.

-Y los productores cerraron un año 2016 bastante difícil…

-Yo creo que eso fue la gota que rebalsó el vaso y motivó que gente que no se había hablado nunca, se junte y diga ‘bueno, o hacemos algo o cerramos’. Varios nos resistimos a cerrar.

-¿Qué opina de las desconfianzas que aún existen entre los mismos gremios agrícolas en la zona?

-Creo que no vale mucho la pena detenerse en eso. No ayuda a nadie tener el gremio dividido. Personalmente no me gustaría hacer ningún tipo de declaración que pudiera ser tomada como queriendo avivar algún tipo de conflicto. Yo, personalmente, no tengo problemas con nadie en ningún gremio y no pretendo tenerlo.

-¿Qué rol está cumpliendo hoy la Sago en apoyar al sector lechero?

-La Sago ha tenido un rol preponderante en facilitar la creación de esta nueva empresa. Ha actuado como aglutinador, como facilitador. Ha unificado voluntades. El rol de la Sago es muy importante y sin ella creo que esto no existiría.

Control equilibrado

-Quizás el socio más visible de Campos Australes es la firma Manuka. ¿Cómo evitar que por su peso específico no acabe controlando de facto a este nuevo actor?

-De varias formas. Va a depender mucho de la forma jurídica que nosotros tomemos, lo que todavía no está cien por ciento decidido. Pero en cualquiera de los casos existen mecanismos legales para evitarlo. De hecho, la idea es que Manuka no tenga la mayoría absoluta y, si es que la llegara a tener, hay acuerdos legales entre socios para evitar que Manuka tome el control. La idea que es no sea un solo socio el que tome el control, sino que haya un poder equilibrado.

-¿Cuál es su postura sobre la demanda que perdió Fedeleche ante la industria en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia?

-Me parece una lástima que se haya gastado tanto recurso, tanto tiempo en algo que haya terminado en nada. Eso no es bueno para el sector lechero y terminó con una relación cortada entre la industria y los productores y no sirvió de nada. Hubo actores que quedaron con relaciones rotas y esos fueron los coletazos de la demanda. Eso es una lástima.

-¿Qué perspectivas tiene del sector para este año?

-Mejores en comparación que 2016. Hay señales de parte de la industria, específicamente de Soprole (a través de su filial Prolesur) con un alza de precios este mes. Los precios internacionales están más arriba que hace un año atrás, así que esperamos que sea un año mejor tanto en el tema leche como en lo productivo. Tuvimos una buena primavera que palió en algo la sequía. Pero, claro, venimos de un año muy, muy malo. La verdad es que estuvimos por dos años complicados tanto por la sequía como por los precios. Y eso hacía una situación bastante mala, aunque todavía no se ha logrado recuperar la producción.

«Yo, personalmente, no conozco a nadie que en el último año haya construido una lechería o que haya hecho una inversión mayor en infraestructura».»