Asociatividad es la nueva tendencia en rubro lechero

Publicado En: enero 9, 2017Categorías: Gremiales

La asociatividad se alza como la nueva tendencia en rubro lechero

Rodrigo Alarcón. El Austral de Osorno
  • Durante el último año los productores han visto cómo hacer frente a los precios, que a inicios de 2017 comienzan a mostrar una leve tendencia al alza. En la industria, en tanto, se anuncia un cambio en la pauta de pagos por sólidos.

Meses de gran dinamismo ha vivido el mercado lechero durante el último año, que se caracterizó por una serie de desafíos para los productores de leche que en gran parte fueron sorteados con respuestas que podrían marcar el futuro en la forma y fondo de la producción láctea en el sur de Chile.

El cambio que sin duda podría tener un efecto más inmediato es el precio. Para nadie es un misterio que el mercado de la leche ha pasado por un período bastante prolongado de bajos precios por litro de leche pagado al productor, cuyos valores incluso estuvieron en algunos casos por debajo de los $180.

Sin embargo, y como ya informó El Austral en la edición del pasado viernes 6 de enero, los precios comenzaron tímidamente a mostrar una tendencia al alza que, aunque bastante moderada, puede significar una gran diferencia tomándolo en la perspectiva del tiempo.

«Aparte de que muchos agricultores han salido del negocio, no se ha notado un cambio de pautas ni de platas recién hasta ahora. Durante el último año la verdad de las cosas es que pasamos por una situación tremendamente difícil», plantea el presidente de la Asociación de Productores de Leche (Aproleche) de Osorno, Dieter Konow.

Según el dirigente, la reciente alza de precios de $12 por parte de Prolesur y de $15 por parte de Watt’s -controladora de las marcas Calo y Loncoleche- apenas es «una señal en el camino. Es una señal correcta, pero claramente insuficiente para cubrir los años de pérdida que tuvimos y no podemos hablar de una recuperación hasta que recuperemos los $30 que perdimos hace más de 2 años en los que tuvimos que, adicionalmente, batallar con situaciones climáticas muy complejas, como las dos sequías que sufrimos y que causaron un endeudamiento importante en el sector».

Konow agrega que «afortunadamente esta temporada primavera-verano ha sido favorable para el crecimiento de los pastos. Pero en términos generales el negocio lechero se ve tremendamente apretado y saliendo de dos años bien complejos».

Similar es la opinión que tiene el presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche), Rodrigo Lavín, quien plantea que «si bien no creemos que el mercado vaya a llegar a los valores tanto para arriba como para abajo, que han sido muy bajos, sí tendrá cierta inestabilidad. Pero vamos a tener épocas positivas y otras un tanto más negativas. Lo que nos preocupa es que cuando vienen épocas positivas vemos que Chile no reacciona ni genera las instancias para aprovechar esas oportunidades. Eso contrasta con todo lo que hacen los países productores lecheros como Nueva Zelandia, Estados Unidos y en Europa».

Asociatividad

En tal sentido, es importante destacar que otro cambio relevante que, aunque comenzó a producirse tímidamente hace ya más de diez años, ya está comenzando a fraguar en el mercado lechero: la asociación de productores ya sea a través de la creación de empresas que los integren verticalmente en la cadena de producción o a través de gremios que de distinta manera los representen.

La primera empresa de productores que se creó fue Futurolac, con asiento en Los Muermos, pero que tiene representación en productores de Osorno y Llanquihue.

Le siguieron otras como Mercantil Purranque, Volcanes del Sur, Uprolac, Lecherías Unidas y Torrencial Lechero. Todas enfocadas en unir a los productores para que en vez de negociar solos ante la industria procesadora, negocien como empresa y accedan no sólo a mejores precios, sino también aprovechen la sinergía de producir en conjunto y comprar insumos en bloque.

Una de las instituciones preocupadas de la asociación es la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago). Según su presidente, Christian Arntz, «cuando hacemos un estudio comparativo de los países que se han desarrollado en el mundo, vemos que los ejemplos más claros y exitosos están en aquellos que han logrado integrar a los agricultores en la cadena y ser actores relevantes. En Chile tenemos una muestra, que es Colun».

Y agrega que «muchas de las vicisitudes del mercado lácteo ha desencadenado en que muchos agricultores hayan dejado de ser productores de leche, pero vemos cómo Colun ha tomado el camino contrario y, de hecho, ha crecido junto a sus productores. Por lo tanto, para nosotros el camino de la asociatividad es fundamental y central».

Una opinión que parece ser transversal a nivel gremial. Según Rodrigo Lavín, «como Fedeleche vemos con muy buenos ojos la asociatividad. Es una de las herramientas que tenemos para entregar un mayor retorno en la actividad que cada días está más complicada y con menores rentabilidades. Entonces, como somos tomadores de precios por ambos lados, por una parte del producto que vendemos y por otro lado por la compra de nuestros insumos, estos proyectos asociativos son una ayuda muy grande para generar economías de escala y generar volumen que pueda ayudar a fortalecer la posición del productor frente a la industria y negociar un poco más».

«Como Aproleche siempre hemos fomentado la asociatividad», dice, por su parte, Dieter Konow.

El dirigente gremial, académico y productor lechero sostiene que «en este minuto lo único que existe son agricultores asociados que, en el fondo, tratan de negociar de forma conjunta su leche y la compra de insumos. Eso evidentemente es un paso muy positivo que se da hacia adelante. Y justamente es motivo de la profunda crisis que vivió el sector. Ahora, la aparición de nuevas alternativas las saludamos en la medida que aparezcan, porque hasta ahora son solamente intenciones».

Proyecto

Y es con respecto a la asociatividad que el sector está gestando, un proyecto que podría ser emblemático de la unión de productores osorninos es el de Campos Australes, firma que está pleno proceso de creación y es liderada, entre otros, por el vicepresidente de la Sago, Harold Bretahuer.

La importancia de dicho proyecto radica, primero, en el enorme volumen de producción que podría llegar a representar, con 200 mil millones de litros anuales de leche.

De concretarse, eso les daría nada menos que el 10 por ciento de la producción nacional del alimento blanco. Además, no pretenden quedarse en la negociación con la industria, sino procesar directamente la leche para entrar a competir en el mercado final.

«Por eso que hemos apoyado la generación de un proyecto asociativo potente», dice el presidente de la Sago, Christian Arntz.

«Creemos en el potencial de Chile, ya que varios expertos nos han dicho que nuestro país podría fácilmente duplicar y hasta quintuplicar su producción, solamente se va a dar en un escenario en que los productores tengan un nivel de relevancia muy alto en todos los eslabones de la cadena, pasando obviamente por el que les compete más directamente, que es la producción», agrega Arntz.

Mucho más cauto frente al proyecto se muestra el presidente de Aproleche, Dieter Konow, para quien «eso es una intención, no es ninguna empresa. Es una intención de formar algo que todavía está en el papel y que saludamos como iniciativa, pero que falta ver qué es lo que se quiere hacer. Es todavía la intención de hacer algo. No hay nada concreto. No hay un plan de compra de terreno, de construir alguna fábrica o de saber en qué van a industrializar la leche. En el fondo, si van a hacer helado, si van a hacer queso, yoghurt o leche en polvo».

Exportación

El factor de la asociatividad puede abrir una veta poco explorada hasta ahora para empresas como esta que se está formando, que es aprovechar oportunidades como la necesidad de leche fresca que hoy tiene China.

«Por lo tanto, si los productores tienen esa capacidad de producción y de industrialización para colocar la leche en el mercado internacional, nosotros lo vemos con muy ojos», enfatiza Rodrigo Lavín, de Fedeleche.

«De hecho, participamos de una gira a China buscando capitales de ese país para generar lo que está ocurriendo ahora. Nos fue bastante bien. Pero hacer negocios con los chinos requiere su tiempo. Nosotros los vimos muy interesados e incluso dentro de este mes debería llegar una delegación de ese país acá, para ver cómo se produce leche, ver la calidad que tiene la producción y generar un programa para que puedan satisfacer todas las preguntas que puedan tener. Nosotros en todo caso no creemos que antes del 2020 podamos tener esto ya funcionando», agrega el dirigente gremial.

Sólidos

Un cambio reciente adoptado por la industria es el anuncio de Prolesur por cambiar la pauta de precios en base a los sólidos que contenga la leche.

En ese sentido, según Lavín dice que «eso es un cambio bastante importante, porque modifica todo el esquema de pago por la leche. Lamentablemente, aunque lo venían socializando desde hace un tiempo, igual habrá productores que se verán afectados, porque sus sistemas productivos no son los más apropiados para sus esta estructura de pago. Cambiar un sistema productivo lleva tiempo y, a veces, puede ser incluso grave y significar el cierre de la lechería, porque uno de acuerdo a sus características particulares no podrá participar de los probables y posibles beneficios que pueda traer este nuevo sistema de pagos».

La misma opinión tiene el presidente de Aproleche Osorno. «Básicamente pagan por el contenido de proteínas y de grasa o crema en términos sencillos, en la leche. Esos porcentajes se ponderan y dan cierto nivel», explica Dieter Konow.

«Pero para que la vaca dé leche con mucho contenido de proteínas y mucha grasa tiene que estar muy bien alimentada. Por lo tanto, tiene que haber una inversión previa en forraje, en campos, en masa ganadera y tener el rebaño bovino adecuado. Entonces, eso requiere tiempo. No es inmediato. Si uno pone una pauta, claro, esto es bueno en el largo plazo si esta pauta se mantiene, pero, en definitiva, en este minuto en que nos encontramos, que es tremendamente complejo para la gran mayoría de los agricultores, es difícil», concluye.

http://www.australosorno.cl/impresa/2016/12/25/full/cuerpo-principal/2/texto/

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