Chile con bajo crecimiento: las cosas como son

Publicado En: junio 23, 2019Categorías: Columnas

Chile con bajo crecimiento: las cosas como son

Por Christian Arntz, presidente de la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno, SAGO A.G.

 

Existen factores internacionales que han incidido en el crecimiento del país y estos pueden verse incrementados con la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Eso es cierto, pero también hay elementos internos que se relacionan principalmente con la mala reforma tributaria de 2014 y por ello hay que ser claros: no existe reactivación económica posible sin corregir este grave error.

Se suponía que la reforma financiaría una mejora en los derechos sociales, principalmente la gratuidad en la educación, pero hemos visto cómo, en paralelo, en los últimos cinco años los funcionarios públicos crecieron 26,3%, mientras que la economía lo hizo sólo un 11,3% ¿Qué significa esto? Que el Estado se está comiendo el crecimiento en un círculo vicioso que sólo lleva a un menor crecimiento.

Actualmente, el Estado administra 60 mil millones de dólares y mantiene un millón de trabajadores asalariados de un total de 6 millones, cada uno de los cuales se paga, en promedio, con los impuestos de siete contribuyentes…

¿Son los servicios del Estado mejores con los constantes aumentos de dotación? No, porque el Estado siempre ha sido esencialmente ineficiente y por ello siempre pide más dotación, más mejoras, aún cuando los empleados fiscales ganan 45% más que el resto de la fuerza laboral que los financia.

Seamos francos: el Estado no es la solución, como lo demuestra el hecho de que en un año administra más del doble de lo que suman las 10 fortunas más grandes de Chile… Sí, en sólo seis meses, gasta toda la plata de los 10 más ricos… y la pregunta es ¿es eficiente en ello?

Algunos han querido ir más allá, tratando de que podrían hacer “maravillas” con los 200 mil millones de dólares de las cuentas de ahorro acumuladas por los trabajadores en las AFP… ¿A quién puede darle garantías de éxito este ente que cada poco más de tres años se gasta el equivalente a todos los fondos de más de 5 millones de trabajadores?

Somos testigos de lo que pasó en Venezuela cuando se les acabaron las riquezas para expropiar: se les acabó la fiesta y ya 3,7 millones de personas han debido arrancar para reiniciar sus vidas.

Debemos despertar de una vez de la borrachera estatista que paralizó al país y luchar para retrotraer los impuestos, exigir que el Estado vuelva a tener dotaciones y sueldos acordes a la realidad del país, pero. por sobre todo, entregar las condiciones necesarias para que el verdadero motor del desarrollo, los trabajadores y los emprendedores, puedan hacer su labor tranquilos.

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